Hola
Desde la última vez que escribí -hace un tiempo, sí soy consciente- se han suscrtito nuevas personas, ya somos más de 650 por aquí, ¿qué tal va todo?
(No, no es una pregunta retórica, me importa de verdad. Aquí hay gente que conozco hace años y complet@s desconocid@s, así que me importa).
En el principio, en 2008, fue un blog.
Reverenciando el oficio de interpretar, el de sentir.
Ocho años después, ya en 2016, es cuando comenzó a secuenciarse y estructurarse todo lo transitado, lo aprehendido, lo atesorado, para que quienes seguían el mismo sendero de la Interpretación pudieran asomarse a ello.
A nadie copiaba puesto que, sencillamente, nadie ofrecía una combinación de Trabajo interno+Estructura enfocada que es mi ámbito de desarrollo, profundizando. Es en lo que yo estoy embarcada, a lo que me entrego con el honor debido. No merece menos cada interior que se acerca y me pide un acompañamiento consciente, respetuoso, con voluntad de querer avanzar. Eso se ha convertido en sagrado para mí.
No teorizando, no solo debatiendo o desde la seguridad de verlo desde una barrera: es atravesando el viaje común (son 20 años como profesional de las emociones, en el mismo corazón de la profesión) con el compromiso que demanda el compañerismo leal, de nuestro bello oficio del sentir.
Somos actores, somos actrices. Eso es literalmente imposible de obviar. Orgullo.
No vengo a hacer campaña, no vengo a vender, ni a polemizar, ni nada de ese estilo. Si hay alguien por aquí que se dedique a algo parecido, le abrazo.
Reconozco que, un breve tiempo, tentada estuve de meterme en ese vórtice de… 5 mails al mes, promociones, postureo relacional, elígeme a mí que vas a ¿triunfar?… Salir a la vida a eso además de inservible es extenuante. Ya nos demanda la realidad cada vez más que nos autoexijamos, nos autoexplotemos, nos devaluemos en la comparación.
…Salir a la vida a compararse es como presentarnos a un examen sin saber que cada un@ tenemos una lista de preguntas propia, intrasferible, indescifrable para el resto. Y ahí, en esa certeza, no solo hay dureza. Hay belleza. Descansa ahí.
Han pasado en estos últimos tiempos… varios duelos, una mudanza, una pandemia global, formación on-line en un confinamiento planetario (la tienes de acceso libre en la web), una absurda guerra de nuevo en el viejo continente… Y ahora ya, hacia diciembre.
Y 2022 se desvanece.
Entra el mes del solsticio de invierno. Antiguamente, los seres humanos honraban que la luz del sol comenzaba a alargar los días: el sol, invencible, ya que nada podía detener su luz, reinaba en el cielo. No es esotérico, es ancestral, arcaico. Si se iba hacia la luz, las cosechas volvían. Comer. Existir.
Después, una interpretación de esa luz invencible derivó en las creencias religiosas que tod@s conocemos, llegada de un dios todopoderoso cuya ‘luz’, cuyo nacimiento, alumbraría a la humanidad y se produce la conocida celebración de la Navidad.
Sean cuales sean tus creencias, todos mis respetos.
Yo os cuento lo que me sirve a mí para cerrar el año, el ciclo y hacer balance para que consigamos un paso -aunque sea psicoemocional- hacia el nuevo comienzo, hacia el nuevo año y el nuevo ciclo. En un próximo mail que éste ya es interminable, hoy quería re-conectar.
Mi presencia en redes también se ha ralentizado notablemete. Forma parte de esa desintoxicación digital en la que estoy inmersa. En no estar permanentemente disponible 24/7 también hay belleza.
Descanso ahí.
Prometo volver a escribir pronto, no va a pasar tanto tiempo, lo que sí te aseguro es que será cuando lo sienta. Ni antes ni después. Ni cada jueves porque toca ni porque… nada.
Recordadme que también os hable un día de la belleza de la nada…
(Esto fue enviado por la newsletter como a partir de ahora se mandarán asuntos de la web, de la profesión, el jueves 1 de diciembre, a las 18h25. A partir de 2023 allí estarán informaciones esenciales, ayuda, etc, por lo que te animo -son presión- a que nos acompañes. Todo se compartirá antes allí y algunas cosas no serán publicadas aquí en abierto, solo quien reciba la newsletter podrá tener acceso a leerlo).
Un abrazo.
Nos leemos.
Estaré aquí.