Los ‘log-line’ de los guiones que he registrado desde que terminé la facultad.
El Gran Capitán (largometraje)
«Año del Señor 1470… Tormenta. Noche cerrada. Una figura embozada, a caballo, a las puertas del monasterio jerónimo de Valparaíso, Córdoba… El que se agita bajo la lluvia es un joven y azorado Gonzalo, el que habrá de ser años más tarde un héroe que el pueblo cantará en romances, virrey de Nápoles y creador del germen de los tercios españoles.
Pero antes de eso deberá sortear desventuras y vivir una vida de grandes hazañas: que su hermano mayor, el primogénito, se quede con el señorío familiar; armarse caballero; abandonar la azarosa vida de frontera; reintegrarse en la corte española; sortear conjuras; guerrear a muerte; olvidar el amor imposible por la reina; salvar la vida de su rey (su contrincante); hacerse gran amigo de su emir enemigo, Boabdil; ser extraordinario jefe militar en la guerra de Granada, la Reconquista… Todo en un tiempo en que las religiones se entendieron a pesar de las contiendas, el tiempo de hermanarse admirando la grandeza del que era adversario. Asistamos a la forja de un héroe de leyenda. La leyenda de Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán…»
Hay una luz (largometraje)
«Hay algo que muchos han dicho haber visto: una luz. Muchos que han conseguido regresar… ¿porque no era su hora? ¿porque no se atrevieron a saber? Un niño está a punto de enfrentarse al dilema. Va a encontrase en la entrada del túnel. Un túnel y al fondo la verdad. Un túnel que no sabemos qué esconde y, en su extremo, hay una luz…»
La luz del norte (largometraje)
«Cuando tu vida está deshecha, dicen que ayuda volver a los orígenes. Para Marga los orígenes son un pueblo del norte en declive. Uno que perdió su alma a base de abandonos y emigración: escenario perfecto para alguien que guarda un secreto y se quiere esconder. Allí sobreviven siete hombres con sus viejas y pequeñas vidas. Y en ellas irrumpen tres seres, por separado: Marga, una joven madre y su hija; y Dito, un afable granjero, descendiente argentino de emigrantes retornados. Su tío regresó en la vejez, murió allí, y su alma se quedó con esos ancianos porque el ‘cielo’ no podía ser otra cosa que recuperar los años perdidos, los orígenes… Ambas generaciones se mezclarán con resultados decisivos: los ancianos urdirán un divertido y maravilloso plan. Todos juntos vivirán una segunda oportunidad que les ofrece el destino. Todos ellos un cúmulo de interacciones y deseos, cumplidos o no, verdades a medias, encuentros y desencuentros -con el presente pero también con el pasado- estrategias, disputas, reconciliaciones, voluntades firmes que caerán con sólo una mirada, desenlaces, magia, amor… Una historia de luces y sombras común a cualquier corazón.»
Armario de luna (cortometraje)
«Los armarios, con ese aire de semioscuridad, con ese camuflaje que ofrecen sus ropas, esconden entradas secretas, zonas de paso, encrucijadas… Los vínculos entre madres e hijos van a veces más allá de la racionalidad, las etapas de la vida no son sucesivas y excluyentes sino yuxtapuestas, se van acumulando, nos acompañan en el viaje, nos ayudarán en las siguientes. Y el niño que fuimos no nos abandonará nunca…»
Tanatopraxia (cortometraje)
«¿Y si precisamente entre muertos pudieras caer en la cuenta que merece la pena vivir? Un tanatorio puede ser algo más que un espacio de paso hacia la muerte, ella lo comprobará…»
Ladronzuelos de altos vuelos (corto·animación)
«A veces querer ser como todos los demás es nuestra meta… pero llega un día en el que te das cuenta de que lo diferente será lo que te convierta en ganador…»