Mi amiguísima/barra/confidente 2ª Ayudante de Dirección me contaba esta semana lo que me estoy perdiendo últimamente.
Hace un cierto tiempo que no estoy en un rodaje pero intuyo que tendría la sensación de estar viéndolo todo plantada frente a un escaparate… No sé si me gustaría cómo se está haciendo cine o, vale, lo que piensan algun@s que es hacer cine, a día de hoy, en este país ensimismado…
Cuando ella y yo empezamos hace 14 años (mundo viejuno) seguro que nos parecía todo muy estricto, muy rígido.
Pero es que esto del ‘rodeo’ o se entiende como un trabajo o mal vamos: que somos todos muy amigos y amigas, que sí, que el 90% del tiempo es hasta divertido pero para sacar adelante este producto cultural (y más si es de cierta magnitud) hace falta una logística estudiada, una planificación, un ‘vamos a suponer que sabemos todos lo que estamos haciendo’.
Cuando la gran Sylvie, con décadas de profesión a las espaldas y un Goya en la pasada edición, lleva 2 años y 79 días sin rodar una peli, se me caen los palos del sombrajo. Tal cual.
Reflexionábamos -quedaría muy bien decir ante un Gin Tonic y entre esas bolutas de humo a contraluz que tanto juego dan a los de las lucecitas ;) pero era manzanilla-cruasán plancha-… pensábamos, digo, que siendo una pena que la situación esté como está, con la bajada brutal de sueldos, al menos ahora que te puedes permitir a los grandes a (ejem) ‘precios competitivos’ te vayas a por, no ya gente que no sepa de la misa la media, recién llegados que sólo están formados teóricamente y que van a hacer de la peli una espiral técnica de ‘sé quién dices pero no ha venido‘ (y para ser justa… también existe ese ‘soy actor/actriz y por eso tengo multipase para maleducado-exigencias varias-soy guay‘…)
A ver, entre lo desfasado de algunas cosas (cuando era meritoria daba todavía coletazos ese tufillo marcial en que no te podían ver sentado, así que una vez llegué a estar sin plantar las posaderas 14 horas seguidas, o ‘el meritorio no habla si no le hablan’, etecé) pero entre eso y que todo sea jauja rociera pues un por favor, un sí señor y un mande usté.
Lo que contaba con pena -mezclada con resignación- es que encima que intentaba hacer las cosas bien (pero un bien de toda la vida, sin pretender pasarse pero tampoco quedarse corta) se creó a su alrededor una fina capa de desdén, bien es verdad que Dirección y Producción son dos equipos muy desagradecidos porque curras a lo bestia y pocas veces se ve reconicido a la par, pero es que terminó acompañado de comentarios tipo «-Es que eres tú la que tiene que cambiar: ahora el cine… ya no se hace así…»
Sombrajo al carajo… señores.
Cuando se dejan aparte las aventuras estudiantiles guerrilleras de rodar por amor al arte esto se convierte en un sustento. Sustento de familias, con todas sus letras: que pagan sus facturas, compran la comida de sus hijos e intentan sobrevivir. Así que no les tosas, un respeto a la voz de la experiencia, mequetrefe (o mequetrefa), que para rodar a las 4 de la mañana en diciembre en mitad de ninguna parte hace falta tenerlos bien puestos y no estamos en la cafetería de la facultad (o escuela o NYFA… un saludito a todos mis contactos que se han hecho un NY y se acaban de ‘acordar’ de mí).
Ay, queridos: ni siquiera sé si hay alguien al otro lado, pero mis post empiezan a sonar a viejuno, a nostalgia de tiempos pasados.
Me planteo volver a hacerme un meritoriaje… para reciclar, para retomar relumbrón ‘progre’…
¡Es broma!!!
Si eso mejor me empino un GT.